Tarta de queso fresco
¡Descubre el placer de hacer tu propia tarta de queso fresco en casa! No hay nada como el sabor de una tarta hecha con cariño y dedicación. Esta receta que te traigo es una de mis favoritas, y estoy seguro de que se convertirá en un imprescindible en tu repertorio culinario.
Recuerdo la primera vez que probé esta tarta en casa de mi abuela, su textura suave y su sabor inconfundible me conquistaron al instante. Ahora, quiero compartir contigo este pedacito de mi historia familiar. Para los más atrevidos en la cocina, os animo a probar la versión horneada de la tarta de queso, que aporta un contraste crujiente fascinante.
Y si lo que buscas es un acompañamiento perfecto, nada como un pisto murciano tradicional para realzar los sabores. Para cerrar con broche de oro, te invito a descubrir la intensidad de la tarta de queso de cabra, una verdadera delicia para los paladares más exigentes.
Por qué te encantará esta receta
- Sabor inigualable - Cuando pruebes esta tarta de queso fresco, descubrirás un sabor delicado y equilibrado que te enamorará. La frescura del queso y la suavidad de la textura hacen que cada bocado sea una experiencia única.
- Facilidad de preparación - Te sorprenderá lo sencillo que es hacer esta tarta. Con instrucciones claras y sin pasos complicados, te garantizo que podrás prepararla sin estrés y con resultados espectaculares.
- Ideal para cualquier ocasión - Ya sea un cumpleaños, una reunión familiar o simplemente porque te apetece, esta tarta es perfecta. Su versatilidad y el hecho de que gusta a todo el mundo la convierten en la elección acertada para cualquier evento.
Ingredientes necesarios
¡Vamos a ver los ingredientes principales que necesitas para preparar esta deliciosa tarta de queso fresco!
- Galletas tipo María – Yo suelo usar unas 200 gramos de galletas, pero puedes ajustar la cantidad según tu gusto. Lo importante es que las tritures bien para obtener una base crujiente.
- Mantequilla sin sal – Necesitarás 100 gramos de mantequilla sin sal derretida para mezclar con las galletas trituradas. Si prefieres, puedes usar mantequilla con sal, pero entonces reduce la cantidad de sal que añadas al relleno.
- Queso fresco – El queso fresco es la estrella de esta receta. Utiliza 500 gramos y asegúrate de que esté bien frío para que sea más fácil de trabajar. Si quieres darle un toque diferente, puedes probar con queso crema o queso mascarpone.
- Azúcar – Agrega 100 gramos de azúcar para endulzar el relleno. Puedes usar azúcar blanca, morena o incluso edulcorante si lo prefieres.
- Huevos – Los huevos ayudan a espesar el relleno y le dan una textura suave. Necesitarás 3 huevos medianos.
- Extracto de vainilla – Un toque de vainilla le dará un sabor delicioso a tu tarta. Yo uso una cucharadita, pero si te gusta el sabor a vainilla, ¡no dudes en añadir un poco más!
- Sal – Una pizca de sal realzará los sabores de los demás ingredientes. No te la saltes.
Preparación previa: lo que necesitas saber antes de empezar
Antes de ponernos manos a la obra con esta deliciosa tarta de queso fresco, hay algunos pasos previos que debemos tener en cuenta para garantizar un resultado perfecto. ¡No te preocupes! Son cosas muy sencillas y rápidas de hacer.
Como sabrás, los ingredientes de calidad son la clave del éxito en cualquier receta. En el caso de la tarta de queso fresco, el queso y la nata deben ser frescos y de buena calidad. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacer esta tarta por primera vez, siempre insistía en utilizar los mejores ingredientes para obtener el mejor sabor.
Una vez que tengamos todos los ingredientes listos, es hora de preparar el molde y precalentar el horno. Para ello, engrasamos ligeramente el molde con mantequilla o aceite y lo espolvoreamos con harina. También podemos utilizar papel vegetal para facilitar el desmoldado. Precalentamos el horno a 180ºC mientras vamos preparando la base de galleta.
La base de galleta es una parte fundamental de esta tarta, ya que le aporta una textura crujiente y deliciosa. Para hacerla, trituramos las galletas hasta obtener un polvo fino y lo mezclamos con mantequilla derretida.
A continuación, extendemos la mezcla en el molde y la aplastamos con la parte trasera de una cuchara para crear una base uniforme. Horneamos la base durante 10 minutos a 180ºC y dejamos enfriar antes de añadir el relleno.
¡Y eso es todo! Con estos sencillos pasos previos, ya estamos listos para preparar la mejor tarta de queso fresco que hayas probado nunca. ¿Te animas a probarla?
Elaboración de la base de galleta
¡Vamos a preparar la base más deliciosa y crujiente para nuestra tarta de queso fresco! Esta base de galleta es una de mis partes favoritas de la tarta, y te aseguro que te encantará. Es muy fácil de hacer y solo te llevará unos minutos.
Como sabrás, una buena base de galleta empieza por elegir las galletas adecuadas. Yo suelo usar galletas tipo María, pero si tienes otras preferencias, ¡adelante! Lo importante es que sean crujientes y sabrosas.
Una vez que tengas tus galletas, tritúralas hasta obtener un polvo más o menos fino (depende de si te gusta una base más o menos gruesa). Luego, mezcla el polvo de galleta con la mantequilla derretida hasta que quede una masa uniforme.
Extiende la masa en el molde que vas a usar para la tarta, aplástala con la parte trasera de una cuchara para que quede bien compacta y hornea durante 10 minutos a 180ºC. ¡Y ya está! Tienes una base de galleta perfecta para tu tarta de queso fresco.
Por cierto, si quieres darle un toque especial a tu tarta, puedes añadir un poco de canela o de ralladura de limón a la masa de galleta. ¡Queda riquísimo!
Preparación del relleno de queso fresco
¡El relleno de queso fresco es la estrella de nuestra tarta! Es muy fácil de preparar, solo necesitas mezclar unos ingredientes básicos y obtendrás una crema suave y deliciosa.
Recuerdo la primera vez que preparé esta tarta, ¡me quedé fascinado con lo sencillo y rápido que era preparar el relleno! Ahora, quiero compartir este truco contigo.
- Mezcla los ingredientes del relleno – En un bol grande, combina el queso fresco, el azúcar, los huevos, la vainilla y la sal. Bate hasta obtener una crema homogénea y suave.
- Vierte sobre la base de galleta – Una vez que tengas la base de galleta horneada y enfriada, vierte el relleno encima. Utiliza una espátula para alisar la superficie y asegurarte de que el relleno quede bien distribuido.
Horneado y enfriado
¡Vamos a por la parte final de nuestra tarta de queso fresco! El horneado y el enfriado son pasos cruciales para lograr una tarta perfecta.
Precalienta el horno a 180°C y hornea la tarta durante 40-45 minutos, o hasta que el centro esté firme y ligeramente dorado.
¡Atención! Para evitar que la tarta se agriete durante el enfriado, retira la tarta del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente durante 15-20 minutos. Luego, transfiere la tarta a la nevera y déjala enfriar completamente durante al menos 2 horas antes de servirla.
Te recomiendo servir la tarta de queso fresco acompañada de frutas frescas de temporada o un poco de mermelada casera. ¡Buen provecho!
Receta
Tarta de queso fresco
Tiempo de preparación: 60 minutos
Una tarta de queso fresco suave y cremosa, perfecta para compartir en cualquier ocasión.
Ingredientes
- 200 g de galletas tipo María
- 100 g de mantequilla sin sal
- 500 g de queso fresco
- 100 g de azúcar
- 3 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
Instrucciones paso a paso
- Precalienta el horno a 180°C y prepara un molde desmontable de 22 cm de diámetro. Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla homogénea. Presiona esta mezcla en el fondo del molde y hornea durante 10 minutos.
- Mientras tanto, en un bol grande, bate el queso fresco con el azúcar hasta que quede cremoso. Añade los huevos uno a uno, sin dejar de batir, y agrega el extracto de vainilla y la sal.
- Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta horneada y alisa la superficie con una espátula. Hornea durante 35-40 minutos o hasta que la tarta esté ligeramente dorada y firme al tacto.
- Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente durante 30 minutos y luego refrigérala durante al menos 2 horas antes de servir.