Tarta de queso sin horno
No tendrás que encender el horno para preparar estas ricas y cremosas tartas de queso. Recetas para tarta de queso sin necesidad de hornear. ¿Tienes ganas de una tarta de queso? Aquí te presentamos las mejores recetas, ¡y sin necesidad de usar el horno!
Hay ciertos días durante el verano, cuando lo último que te apetece es estar en una cocina caliente. Por ese o por otros motivos, es bueno tener a mano unas recetas para hacer un delicioso postre para toda la familia sin tener que encender el horno.
Tarta de queso con frutos rojos sin horno
Esta receta es un lujo para el paladar. La combinación del queso fresco con frutos rojos es un acierto total y la guinda del pastel la pone ese almíbar que le confiere una presencia sofisticada y elegante al postre.
Además, el no tener que cocinarse en el horno es un plus en los días de calor.

Los frutos rojos mejor si son frescos que congelados, y más ahora que se pueden encontrar fácilmente en cualquier supermercado. Arándanos, frambuesas, moras, grosellas... podemos elegir las que queramos.
Ingredientes para un molde de tarta tradicional:
Para la base:
- 150 gramos de galletas tipo Digestive
- 100 gramos de mantequilla
Para el relleno:
- 50 ml de leche evaporada
- 250 gramos de queso fresco
- 500 ml de nata para montar
- 6 hojas de gelatina neutra
- 500 gramos de fresas
- 200 gramos de azúcar
- Arándanos (al gusto)
- Frambuesas (al gusto)
- 12 gotas de agua de rosas
- 1 rama de vainilla
Elaboración paso a paso de la tarta de queso:
Para preparar la base derretimos la mantequilla. Trituramos las galletas hasta que queden reducidas a polvo y le añadimos la mantequilla para formar una pasta homogénea que será la base de nuestra tarta.
Ponemos esta pasta solamente en la base de nuestro molde de tartas. Lo ideal es que tenga un grosor de un centímetro aproximadamente.
Es el momento de elaborar el relleno. Lavamos y cortamos las fresas en láminas y las disponemos en las paredes del molde. Reservamos el molde en el frigorífico.
Las fresas que nos han sobrado las reservamos para elaborar el almíbar más adelante.
Montamos el relleno de queso batiendo la nata con el queso, la mitad del azúcar (100 gramos) y unas 6 gotas de agua de rosas.
Hidratamos 3 hojas de gelatina en agua fría durante 2 minutos, las sacamos y las diluimos en la leche evaporada templada. Lo mezclamos con el queso montado, incorporamos los arándanos y las frambuesas y vertemos este relleno en nuestro molde de galletas y fresas.
Hay que dejar por lo menos medio centímetro de fresas a la vista, sin que lo tape el relleno, porque después le añadiremos un almíbar de frutos rojos.
Reservamos la tarta en la nevera durante unas 2 horas.
A continuación, elaboraremos el almíbar. Calentamos en un cazo a fuego lento las fresas que nos han sobrado con el azúcar sobrante y la rama de vainilla. Dejamos unos minutos hasta que expulsen todo el jugo y lo colamos.
Incorporamos el agua de rosas que nos había sobrado, y añadimos las 3 hojas de gelatina hidratas.
Esperamos hasta que el almíbar entibie, después lo vertemos encima de la tarta y dejamos que repose en la nevera 2 horas más.
Servimos en porciones bien frías.